CAMINANTES VACIOS

Hace dos años y 4 meses para ser exacto de que Alba, amiga que la vida me regaló y a quien le puedo decir hermana, me hizo una visita a Barcelona, y una tarde de aquel septiembre finales del verano, nos pusimos a recordar los buenos momentos que vivimos en Madrid y de cómo las personas de nuestro alrededor iban y venían, y como poetiza que es, le dije que escribiera algo acerca de las personas, cómo nos comportamos, y sobre todo el amor y respeto hacia los demás… y a continuación te comparto el resultado:

Hablamos de paz, solidaridad, humanidad y sobre todo de aquello llamado AMOR; pero con guerras construimos un mundo lleno de dolor, perdimos lo que nos caracterizó; la esencia para lo que fuimos creados, el sentido de amarnos.

Llenamos nuestra vida con vaciedades, terminamos cargando nuestro corazón con apego a cosas materiales; ¿Qué somos? Somos un grupo de CAMINANTES VACÍOS, perdidos por todas partes, destruyendo todo a su paso; ya no hay tiempo para los abrazos.

La violencia ocupa las primeras planas; momentos de “selfies” y de cosas vanas; pero cerramos los ojos a quiénes tienen rota el alma; hemos dejado de apreciar las cosas bellas, gratuitas en nuestra naturaleza; una palabra de aliento no da comida al que está hambriento, pero le da esperanzas de creer que el sueño de un mundo mejor no ha muerto.

No existe el respeto mutuo, desperdiciamos fuerzas en lo que no podemos cambiar; cuando si miramos, muchos granos de arena, rodean el mar.

Hay que entregar palabras sinceras, sonrisas tímidas y tiernas, ayudar cuando se requiera; pensar que hoy la tragedia y la pobreza de otros, debería darnos pena.

Ya no hay valores, y lo que ayer fue bondad, se ha transformado en maldad; dejemos las frases vacías y empecemos con acciones sencillas, y volveremos a ser personas llenas de ingenuidad y amor, conscientes de lo que es el dolor… haz todo con amor; sí, amor, cuatro letras que cambiarán todo este caos y dolor.

Paz, esperanza, anhelos y grandes sueños… AMOR, esta fórmula puede cambiar el mundo entero. Empieza por ti y contagiarás a los que no puedan sonreír, al final, sí… cuando das, eres más feliz.

Aproveché la oportunidad de las fotos que me tomó mi adorada amiga Giulia para su portafolio de Airbnb Experience, ya que estas reflejan mi nobleza y la belleza interna de mí ser; y que además tiene un acorde armónico con el poema.

Tenemos que empezar a destilar amor siempre y en todos los lugares.

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